Tenemos una visión bastante restrictiva de lo que es marketing. Incluso me atrevo a decir que en una gran parte de los profesionales de la educación es una visión con tintes peyorativos. Se asocia el marketing con vender y este concepto despierta inquietud cuando no directamente malestar al relacionarlo con expresiones como “vender la moto” o “vender humo”. Sin embargo, cuando hablamos de marketing educativo hablamos de algo mucho más amplio y con una dimensión mucho más profunda que la venta de un servicio o producto. Veamos algunas claves:

  1. El marketing no es publicidad, usa la publicidad pero va mucho más allá. Marketing es crear, comunicar y entregar valor a los clientes. ¿Qué valor es el que nuestro centro crea para las familias y el alumnado? Aportaremos más valor en la medida en que seamos capaces de dar más y mejor respuesta a las necesidades, expectativas y valores de las personas y familias a las que dirigimos nuestros servicios.
  2. La base de cualquier estratégica de marketing es saber quienes somos, cuál es nuestra identidad. Y lo que nos diferencia de otros. Ser capaces de hacer visible el valor singular que tenemos es clave para la decisión de escolarización.
  3. Saber por que nos eligen y porqué eligen a otros es esencial. Es necesario sistematizar la recogida de esa información y analizarla.
  4. El período de matrícula es demasiado tarde. En ocasiones una buena campaña puede acabar de inclinar la balanza hacia un lado u otro, sin embargo hemos de ser capaces de generar una idea del centro que somos y del valor que añadimos y eso requiere un trabajo de fondo de largo plazo.
  5. El marketing no es un momento sino un proceso. Ha de desarrollarse de manera continua a lo largo del año… y año tras año.
  6. Todo y todos comunicamos identidad. Son las conductas cotidianas, lo que mostramos en nuestro día lo que más fuerza tiene para reforzar una identidad u otra. Cada interacción, de cualquier persona del centro, con personas de fuera del centro genera reputación, transmite identidad, valores
  7. Por ello, es clave que la estrategia de marketing sea una estrategia compartida por toda la comunidad educativa de nuestro centro. La cuestión no es que “todos tengamos que vender” sino preguntarnos de que manera, desde mi actividad, puedo contribuir a fortalecer la identidad de nuestro centro y mostrar lo que nos hace diferentes.
  8. Informar y comunicar son cosas diferentes ¿nuestros folletos informan o comunican? ¿con qué idea se queda quién lo lee? ¿qué sensación le produce? Nuestra web ¿informa o comunica?

En resumen, el marketing no es una campaña sino una estrategia sistemática que requiere conocer, analizar, comparar, evaluar, planificar,… Incorporemos a nuestras reuniones habituales la mirada del marketing para preguntarnos en cada decisión, en cada acción, en cada proyecto ¿cómo puede contribuir a poner de manifiesto lo que somos y nuestro valor diferencial?

ENRIQUE SACANELL – Coach y facilitador de procesos de cambio